miércoles, 7 de julio de 2010

Llegada, casa y muuuchas cosas

Bueno, vayamos por partes, estoy puede ser una entrada muy larga o no, depende de lo cansado que esté :D

Empecemos por el principio...

EL VIAJE

Poco hay que decir. Los vuelos llegaron a su hora, Barajas es un puto infierno como siempre, y la Terminal 1 es un poco cutre. Juraría que vi a Alfredo Landa años 70 junto a Paco Martinez Soria esperando a coger el vión, pero bueno. Eso sí, excepto la zona A de embarque, esa la tenían fashion. Mucho vuelo pa USA por allí, al menos cuando estuve.

La multiculturalidad de los aeropuertos no decepcionó, en un momento del que no tengo foto porque no me parecía muy adecuado para mi integridad hacerlo, vi a unos curas, un judío ortodoxo con la familia y un musulman cruzarse. Detalle curioso, yo casi esperaba que empezasen a darse de hostias (sobre todo los curas, que son las que las dan) pero nada. Esto, antes no pasaba.

El vuelo a Edimburgo no se me hizo demasiado largo, el avión era cómodo, no como la PUTA MIERDA DE AVIONES DE BULGARIAN AIRLINES. Que tenía que decirlo, coño. Como el vuelo era de esos de "se sienta usted donde vea" se noto los que somos ya pros de estos vuelos y los pobres novatos. El truco está hijos míos, en al entrar mirar las puertas de emergencia, si hay sitio, corre allí, si no, SIN HABER AVANZADO mucho, busca una fila que solo tenga una persona (estará en ventanilla o pasillo) y sientate en el opuesto, es decir, ventanilla si la persona está en pasillo y viceversa. El del centro, vacío. Cuando la masaza de gente siga avanzando su instinto los hará tirar para atrás "donde están los sitios buenos". Cuando lleguen al final y vean que no hay, se quedarán por allí porque no se puede dar vuelta atrás. Y así, a menos que el vuelo vaya PETADO (raro) os encontrareis en la gloriosa situación de tener sitio y medio pa vuestros culos. "Más vale pájaro en mano que ciento volando".
En el vuelo venía un grupo de estudiantes adolescentes puros, de 15-17 años, vamos, de los de verdad. Obviamente todos se fueron para atrás, almas candidas. Al menos no estaban cerca. Pero lo bonito fue cuando hubo unas leves turbulencias. Realmente leves, bueno, si las has pasado algo tochas las leves parecen el fin del mundo, lo admito :D. Los chavales se llevaron un susto. Alguno se queda sin ligarse a la Jesica Vanessa seguro. Y otro detalle: al aterrizar no hubo aplausos. Una costumbre que me molesta, la verdad.


LA LLEGADA
Llego la hora de partir el bacalao, tras ver la espectacular vista de Edimburgo desde el aire (la verdad es que eso de ver los campos de golf en mitad de la ciudad, con dos cojonazos, impresiona, eso en España impensable, terreno edificable en campos de golf PA LAS MASAS. ¡Ni siquiera pa los pijos! Tras aterrizar, me reuní con Kate, la relocation agent que contraté. Es decir, la tía a la que he pagado para que me buscase pisos, separase el acné de la paja y utilizase su red de contactos para hacerme la vida fácil. Me fue a buscar al aeropuerto, me llevó a ver un par de zonas y a la Guest House, el hotelito en el que estoy. Vi poco de la ciudad, pero acostumbrado a edificios más o menos grandes, la construcción CON SENTIDO de Edimburgo impacta. Casas de 3-4 plantas a lo sumo, todo encaja bien, nada de marcianadas al lado de casitas tipicas.
Eso sí, el primer embite del acento escocés, impactante. Madre mía, como habla esta gente. En mi defensa diré que entendía bastante, pero cuando se enrollaba muchas veces tenía que decirla que parase. Y al parecer cumplí bastante bien, los canadienses y los australianos deben flipar. Bueno, una discusión un escocés y un australiano debe ser la leche, ya que los canguros hablan raro de cojones. Imaginaos a uno de Galicia discutiendo con un andaluz.

Tras llegar a la guest house, una bonita casa con habitaciones pa mimir y tal (mu limpia ella y acogedora) deje las maletas e hice lo que había que hacer. Andar aleatoriamente en una dirección hasta llegar a un pub. 1 minuto después ya estaba tomando una pinta. El típico pub escocés, cricket y carreras de caballos en la tele, maquina pa apostar, pintas a tutiplén y lugareños. Aproveché para llamar al Javier, un amiguete del Interné, madrileño él, para quedar y ver el partido y charlar. Al rato llegó y a tomar pintacas. 2,5£ la pinta de media, lo que en euros son 3 euros. Y pintas de marca hoyga. Sí, que caro es Edimburgo... pffffff. Tras ver el partido y discutir con los lugareños de fútbol, flipando con el acento escocés (había uno TAN de las highlands que el resto le pedía que repitiera las cosas!!!!) a casita a dormir, que al día siguiente tocaba ver pisos.


LA BÚSQUEDA DE PISOS
Bueno, muchos sabéis como acaba la historia, pero tiene su enjundia. En realidad no, pero bueno.
Kate paso a recogerme con puntualidad británica, a la que correspondí of course. El primer piso era más o menos, una mierda. Dos dormitorios pero... no molaba nada. El segundo fue la sorpresa. Una zona realmente buena, a 15-20 min andando del centro, un primer piso, salón de puta madre, habitación chula, cocina con todo, incluida la nevera con congelador tamaño "como la de casa" y toallas y sabanas nuevecitas pal nuevo inquilino. Y encima al dueño le molaba THE WIRE. ¡Joder! Hablando de Baltimore en Edimburgo. Oh yeah. Luego pasamos a ver otro piso, en una zona ACOJONANTE, pero el piso era un sótano. Y encima el dormitorio tenía la ventana que la tapaba la escalera. Con dos cojones. Salías y era cojonudo pero... sig. Luego siguieron más apartamentos, y empecé a aburrirme un poco. Menos mal que paramos para descansar un rato, me pillé una tarjeta prepago en una tienda Virgin (no sé porque la peña habla tanto del de Apple, el joputa de Virgin está AÚN MÁS LOCO y tiene MUCHO MÁS DINERO) para tener móvil e Interneeeeeeeeet en el móvil. Fácil, rápido y perfectamente atendidos. Luego paramos a tomar algo, para reponer fuerzas. El sitio era impactante. Era la antigua central del Banco de Escocia, que como se quedaron sin dinero tuvieron que venderla. Y claro, a poner pintas. Un sitio precioso. Aquí van un par de fotacas:


Falta la parte donde estabamos, con mesas para comer, una biblioteca con libros MUY antiguos y cuadros enormes de escritores británicos. Pero vamos, entre y flipé. Y por £5,99, me tome una pinta de puta madre, hamburguesa, patatas y aros de cebolla. Y aquí las patatas fritas son MU GORDAS. Juntad 8 del McDonalds, asin de anchas. El sitio era acojonantemente barato, estaba en el CENTRO y MIRAD QUE SITIO. Y las fotos no hacen justicia alguna al sitio, la cámara del móvil es buena, pero yo no.
Aquí podéis ver más fotos del sitio y un interesante artículo. Anecdotario: la caja fuerte del banco, sigue allí. Es lo que tiene pesar 30 toneladas.

Bueno, tras reponer fuerzas ya empiezo a tener claro que el piso de por la mañana chulo iba a caer casi seguro. De hecho llamamos al dueño para que moviera el asunto, el tío encantado y que vale, que empezaba a preparar el papeleo por si al final me decidía. Tras ver otro piso en el que el agente se pensaba que Kate y yo ibamos a vivir juntos allí (impressive) y su consecuente vergüenza, quedó claro qué había que hacer: llamar al tipo del segundo piso, situado en Rodney Place. Ok, todo perfecto, os podéis pasar a firmar papeleo.

Nos recibió un colega del dueño, un chaval joven que trabaja de informático en la universidad y de paso conduce un autobus en el que lleva a cerebrines. Lo bueno es que el bus lo puede usar él y ale, a circular aprovechando todos los carriles bus (que es como ir a la velocidad de la luz). Él será mi landlord, bueno, mejor dicho al pavo al que tengo que llamar si pasa algo, si se jode una tubería, la lavadora deja de funcionar, cosas de esas. Un tipo bastante simpático que me cayó bien, se notaba que no estaba metido en el negocio, su colega (de megapelas) se iba y él se encargaba de cuidar el tema y solventarme problemas. Hablamos un poco del tema impuestos, cosas de esas, leo el contrato y descubro que el piso son £50 menos de lo anunciado, gran alegría. Acordamos que cuando tenga los datos bancarios, les hago una transferencia internacional y cuando vean la pasta at the bank, me dan las llaves. Pos claro tron, no pasa nada, ¿a ti también te mola The Wire? Omar es la hostia...


LA CELEBRACIÓN
Volví a quedar con Javier para tomar algo y ver el partido con unos amiguetes que tiene (extendiendo tentáculos...) en un pub descomunal con 17 televisores y un proyector más grande que el amor de una madre. Mucho alemán, pero también mucho alemán. Épica victoria patria, celebración, vuelta pa casa.

Y ale, ya está. Mañana bajaré al centro a intentar abrir la cuenta en un Lloyds, ahora que tengo contrato para una casa debería ser aún más fácil, pero bueno. A saber. Y con la cuenta bancaria ya puedo contratar Internet y demás mandangadas. Y a darme otro paseo por el centro, que es de quitar el aliento.

Bueno, volviendo andando a casa (viva el GPS! hasta la puertuca me trajo!) vi este cartel en una floristería y tienda de jardinería. Imposible no sonreír.
Traducción: "Se agradecería mucho que la persona que se llevó la lavanda grande sin pagar, la devolviera".

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