jueves, 8 de julio de 2010

Día en solitario

Os recuerdo a todos que si hacéis clic en las fotos, se hacen más grandes.

Bueno, hoy era el primer día que iba a estar solo al 100%. No había quedado con nadie, no había pisos que ver ni nada.
Inauguré el día con una transferencia internacional para pagar el depósito del piso y unos meses. Una buena hostia, no lo negaré, de hecho hasta me llamaron por teléfono los de La Caixa en Barcelona para preguntarme si esa transferencia era mía o qué. Barcelona, mi banco está en Santander.

Una vez hecho eso y remoloneando un poco, fui bajando al centro, a verlo un poquillo y a abrirme la cuenta en el banco. El banco elegido en principio iba a ser el Lloyds, su central en Hanover Street. Pero cuando llegué, vi que enfrente, con un par de cojones, había un Santander. Todos los carteles se centraban en transferir cuentas de otras entidades al Santander. Ante tamaña demostración de hijoputismo por parte de Botín, ya que es raro ver bancos juntos, (aquí el tema bancos no es tan exagerado como en España), me decidí por el mal del hogar.

La conversación con la chica de la ventanilla sin problemas, se nota que está acostumbrada a hablar con gente de fuera o yo voy mejorando con el acento escocés (la verdad es que estoy mejorando bastante rápido o eso creo), me da unos formularios. Tenía que rellenarlos y dárselos. La otra opción era pedir una cita para abrir la cuenta, pero coño, que ya sé rellenar formularios yo solito.

Visita again al The Standing Order, a fliparlo un poco más y a rellenar papeleo. Me encanta el rollo de ese bar y de la ciudad en general, ves ultraejecutivos junto a adolescentes, viejos míticos escoceses, señoronas dándose lingotazos, todos juntos, pero sin estar revueltos.

Tras rellenar el papeleo vuelvo, lo ojean, me piden el pasaporte (llevo el carnet, pero hombre sabio que soy, también tengo el pasaporte, ahorra dar explicaciones sobre el DNI de Monopoly que tenemos) y parece que todo está bien. Que me llamarán durante la afternoon o evening. Cojonudo.

Así que me dedico a andar por esa zona del centro... y que decir. Una de las experiencias más impresionantes de mi vida. Los monumentos, gracias al hecho de que los edificios de la ciudad rara vez tienen más de 3 plantas destacan una barbaridad. El monumento de Walter Scott, con sus 61 metros (por cierto, puedes entrar y subir hasta arriba, ya lo haré, que hoy taba cansado y lo mítico es subir andando) es apabullante. Pero es que eso no es todo, los jardines que hay entre las calles principales, son... perfectos.


Hay que bajar un poco y están separados del mundanal ruido por unos árboles enormes, lo que te da la sensación de estar en otra parte. El efecto es bastante espectacular, ya que pasas de calles transitadas con carreteras de más de 4 carriles a un parque enorme silencioso, tranquilo, donde la gente está pasando el rato. Por supuesto la gente paseaba por el cesped (cortado con precisión de jardinero británico), se sentaba bajo los árboles. Vamos a ver, es que hasta las gaviotas que había por allí, (un huevo de ellas) eran educadas. Por ejemplo, pude ver a un tipo rodeado, literalmente de gaviotas, las tendría a unos 5 o 6 metros, pero oye, ni le chillaban ni hacían esas gaviotadas. Se nota que han aprendido que si son buenas y majas les cae de comer a trisca. Porque vamos, que gaviotazas.

Y por supuesto, siempre, siempre, de fondo, el castillo. Desde lo alto, con su tamaño descomunal (es que ES MUY GRANDE), a lo suyo. Con lo cual la estampa es perfecta.





Pero bueno, no solo el castillo, también se ve la Old Town, que tiene lo suyo, no os creáis.

Particularmente bonita es la fuente que hay por esa zona del parque. Debe tener unos 8 metros de alto o así, es tan alta que desde donde hice las fotos ME LLEGABA EL AGUA. Vale, solo un poquillo, pa refrescar pero...

Una peazo de fuente, para qué negarlo. Una de las estampas más típicas de Edimburgo, la susodicha, lo cual teniendo en cuenta que aquí hasta se podría fotografiar el suelo y quedaría bonito, es mucho decir.

Pero si haces la foto desde la otra parte de la fuente, tienes la que sin duda es la foto más habitual que he visto de Edimburgo:

El castillo y la fuente. Sin palabras, oigausté


Qué, bonito eeeeh.

Pero si os creiais que eso es todo... no. También hay varios monumentos y como aquí el orgullo por sus tropas lo llevan muy dentro (de hecho se sienten bastante orgullosos de ser quienes son, algo que excepto en Copas del Mundo, en España la gente no computa) hay varios monumentos a los soldados, tanto a los vivos como a los muertos.

Particularmente bonito es este, dedicado a los soldados escoceses que lucharon en la Primera Guerra Mundial.
La frase que hay detrás de la estatua, bajo el bajorrelieve dice:

"Si la vida es lo que me espeara, por siempre viviré, invicto. Si la muerte es la que me aguarda, moriré con valor, orgulloso y libre".

El nombre de todo ello, que se puede leer bajo la estatua es
"The Call" (La Llamada) 1914

Pero la cosa que más me impresionó del parque, fue un pequeño detalle, y eso que ya sabía lo que era. La gran mayoría de bancos del parque, tienen en el respaldo, una pequeña placa. Es una placa sobre alguien fallecido, que han puesto allí sus seres queridos, amigos, unidades del ejército, clubes... lo que sea. Un rendido homenaje, como si los allí citados pudieran descansar en el parque, contemplando su belleza por siempre. Impacta mucho verlas por primera vez y después levantar la mirada y ver cientos de bancos. Cada uno con su placa.

Todas ellas tenían algo interesante, pero aquí tenéis algunas de las pocas que vi y que me gustaron particularmente, debajo de cada una pongo su traducción:


Placa de la izquierda:
W.D Patterson 1900-1956
Con cariño de su familia
Placa de la derecha
Y su amada esposa, May Eggie
1903 - 1995

En memoria del
Cabo James McPhie, V.C.
y sus camaradas del
416º (Edimburgo) Cuerpo de Ingenerios Reales
que cayeron en acto de sercvicio durante la guerra de 1914-1918
Colocada aquí por los miembros supervivientes del cuerpo
Julio de 1961

Aquí me gustaría añadir un pequeño inciso. Ese V.C significa que tiene la Cruz Victoria, el mayor galardón que concede el ejército británico y las fuerzas de la Commonwealth. Desde que se empezó a entregar, solo unas 1.300 personas la han obtenido, y solo en 3 ocasiones una persona ha ganado más de una (no quiero tenerlos enfrente), en la actualidad solo hay vivas 7 personas que puedan mostrarla y varias de ellas, tres gurkhas, son por actos en la II GM. Es decir, es posiblemente la mayor condecoración por un acto de valor, heroísmo y gallardía frente al enemigo que se puede otorgar en el mundo. Y este tipo la ganó. No sobrevivió al acto que le hizo ganarla, por cierto.

Pero la placa que más me hizo pensar, fue esta:
Paul Sheen
1962-1992
Sin remordimientos

Tras estar dando vueltas por el centro durante unas 4 horas, me volví a la Guest House, a trabajar. Como buen jueves que es, por supuesto que luego me fui al pub y me tome un par de pintas. Y dejo de escribir por hoy que estoy agotado.

2 comentarios:

  1. Creo que esto se va a hacer en el parque en el que has estado...

    http://www.edinburghguide.com/story/sport/3299

    Si sigues por alli en Septiembre hasta me planteo ir y todo :)
    Un saludo

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