Y finalmente, tuvo que pasar...

Era algo que antes o después tenía que suceder, andaba detrás de ello y finalmente se produjo este viernes. Al parecer ya tengo un grupo de escoceses con los que salir a hacer el maula por ahí, dentro de mi rango de edad y que viven aquí.

Pero antes de empezar con eso, vayamos al jueves, que también tuvo telita y también conocí a una panda bastante interesante.
Como muchos sabéis, tradicionalmente los jueves he salido a dar una vueltilla desde hace ya años y años y años. Aquí es algo que obviamente no iba a dejar pasar, y como en los pubs habituales la noche del jueves es la Quiz Night (juegan a un juego de preguntas y respuestas, poniendo algo de pasta, claro) en la que puedes ver en el pub a gente de todo tipo concentradísima escuchando las preguntas y tal, pues poco pinto yo ahí ya que como mis conocimientos sobre UK son escasitos, no sirvo mucho para saber qué grupo tuvo 3 números 1 en 1983 o cosas así (lo asombroso es la capacidad de la peña para acordarse de esas cosas).

En cualquier caso, contacté con Adrián, un joven muchacho que lleva por aquí ya una temporadilla y que tiene más contactos que un enchufe entre grupos de gente. Todos españoles menos los profesores, con los que también quedan para empinar el codo.
Quedamos en el The Doctors, un pub en Old Town bastante típico y famoso, como todos vaya. Allí conocí al resto de la troupé, un buen puñado de gente, en su gran mayoría estudiantes que andan por aquí estudiando, unos pocos que andan buscando curro, etc, etc.
La situación se me fue un poco de las manos, he de reconocerlo y llegué a casa a las tantas tras pasar un buen rato y despedir a una chica que no había visto en mi vida.

Que es algo muy habitual, parece que todas las fiestas son fiestas de despedida de alguien, así no hay forma de hacer amigos, todo cristo se larga. En cualquier caso ya tomé nota de fichajes interesantes y la verdad es que me lo pasé muy bien.

El viernes volví a quedar con ellos, esta vez en el Jekill & Hyde, un pub bastante cerca de mi casa (menos mal porque taba de andar un poco harto ya). Y allí, mientras estaba fuera fumando un cigarro, entablé conversación con Allan, un tío de aquí de Edimburgo de toda la vida. Estuvimos hablando un buen rato y luego cada uno volvió con sus respectivos grupos. Otro cigarro más tarde seguimos hablando y finalmente la cosa me quedó clara, me dijo dónde estaba su grupo y que a ver si me pasaba por allí. No tarde ni 10 minutos, más aprovechando que los españoles iban otra vez a bares guerreros (de hecho al mismo donde habíamos estado la noche anterior, esto de repetir... no me molaba) y que había que caminar rato largo y yo no podía con mi vida. Así que me despedí del grupo hispánico y me quedé con Allan y Cía. Gran decisión, por cierto, me lo pasé realmente bien y tras conocer a gente de Sudáfrica, USA y mucho Edimburgués nato, acabamos en el piso de Lindsay, una americana tomando una última copa antes de irnos a dormir. Yo al menos. Obviamente fue una prueba de fuego bastante intensa para mi inglés, una cosa es hablar con gente, otra meterte en conversaciones grupales y más encima la gente consumiendo alcohol que daba gusto verles.

También fue la primera vez que vi el efecto de las 3 de la mañana. A las 3 de la mañana todos los garitos cierran, a la puta calle todo el mundo. Y si queréis haceros una imagen de ello, viene a ser como en la peli de Aliens el Regreso cuando empiezan a salir bichos de hasta las paredes.
Océanos de gente en la calle haciendo tiempo, yendo a cenar algo, intentando un último ligue a la desesperada o como pude ver, liándose a darse unas hostias entre borrachos. Nada espectacular y la gente no parecía muy impresionada, dos tipos decidieron liarse a hostias, pero bueno, tampoco duró mucho porque apareció un tipo disfrazado de Capitán América (no es broma) y contra todo pronóstico puso orden de forma MUY taxativa.
En cualquier forma, la caravana de borrachos acabó partiendo hacia otros lugares (dios sabrá cuáles) y allí no pasó nada.

Me sigue pareciendo espectacular el nivel de mamadón que se llevan las tías de aquí, a más de una la deben dar la antibaby y la b12 con los cereales del desayuno, no fastidies. Y eso que según me han dicho aquí el rollo no es tan loco como en Glasgow (por cierto, más de 50 personas preguntadas, de todo el mundo, 50 con la misma respuesta: Glasgow es una puta mierda) donde ya el nivel de zorrerío alcanza cotas ofensivas hasta para el diablo.

En cualquier caso, dejando eso a parte, un excelente fin de semana, que he rematado este domingo yendo a Grassmarket a ver los grupos de jazz tocando por el mediodía. La verdad es que había 3 pequeños escenarios, con sillas delante (todas ocupados por jubilados, auténticos maestros conocedores del festival) y había una big band con los chavales del conservatorio (es decir, muchas trompetas, saxos, etc, debían ser unos 20, luego un grupo de jazz más clásico con su contrabajo y tal y otro ya más movidillo y bluesero. Los pubs cercanos habían puesto parrilladas en la calle donde daban de comer a la gente (que había mucha gente, no era algo agobiante, pero eran un huevo de ellos) y podías ir con tu pinta (en vaso de plástico, eso sí) por la calle sin ningún problema.

La verdad es que comparado con lo equivalente en Santander (la Semana Grande y sus casetas) una frase acude a mi mente: "Nos llevan años de ventaja".

Termino ya, con una anécdota del taxista sirio que nos llevó a casa el viernes a mí y a otro del grupo de escoceses, que tuvo dos frases memorables.
"Si la religión fuese tan buena, Dios tendría una"
Ante ello el compañero le preguntó:
"¿Usted es religioso?"
"Depende de los pasajeros que tenga en el taxi".

Un crack el tío. Se pasaba trabajando aquí 8 meses y 4 en Siria, vamos que en invierno de aquí se piraba y ya volvía cuando la cosa era más coherente.

Y lo último - último:ya he pedido que me pongan el internet, para cuando vuelva de Praga ya me pondré con el tema, ¡al fin!